Hace poco mientras navegaba en la lista de podcasts me llamó la atención uno en especial, una charla que daba Andrew Blum por allá en el 2012, en la que contaba una curiosa anécdota donde una los mordiscos de ardilla provocaba que el Internet de su casa se ‘cayera’ y poniendo la idea de que si empezaba a recorrer los cables en la conexión de su casa hasta donde podría llegar, ¿Acaso el Internet es un lugar que podemos visitar? 

Mirándolo de ese modo se vuelve algo muy interesante para compartir.